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domingo, 11 de marzo de 2007

Una adaptación hacia la autenticidad

Adaptation
por Charlie & Donald Kaufman
Dirigida por: Spike Jonze

En Adaptation (El ladrón de orquídeas), Spike Jonze se luce con una narrativa multiniveles y una estructura compleja que da saltos entre la narración, lo narrado y la vida real. Parece que el tema principal de la película es el cine mismo, dando un rodeo y terminando por convertir a la película en una serpiente que se muerde la cola.
Charlie Kauffman –personaje y director de la película- vive el conflicto de todo escritor al pretender ser sincero y ganarse la vida con ello sin tener que venderse a las técnicas comerciales de creación. Su hermano gemelo –David- representa al lado práctico de ese artista, pero con base en una escisión de la personalidad.
Dentro de una atmósfera llena de los lugares comunes del guionismo, la intención de Kauffman (tanto del real como del de la película) es revelar al cine y en general al arte como una creación absolutamente autónoma de las leyes y de las reglas de los manuales. Sin embargo, parece que el objetivo de la película no se queda en meras observaciones irónicas sobre las técnicas cinematográficas, sino que plantea una historia complicada sobre la psicología de sus personajes.
Charlie Kauffman vive aterrado y frustrado por no llevar a la realidad sus verdaderos deseos. Es un personaje capaz de inventar y crear una situación idílica y perfecta pero que, una vez puestas todas las condiciones para su realización, se cohíbe y termina por ser un fiasco y un pastiche de la audacia. Su hermano, quien representa la vida práctica, la vida empática y capaz de relacionarse de manera normal y natural con el mundo, logra escribir una novela con base en la manualística y consigue el éxito tan buscado por Charlie.
Al parecer, queda claro que escribir y la labor creativa es siempre un viaje hacia lo desconocido, y no es insignificante que la flor escogida por Spike Jonze sea la orquídea. Las orquídeas viven en los árboles, no son plantas autónomas, sino que necesitan siempre de una fuente viva que les dé vida. Son una especie de virus cuya existencia parasitaria se olvida si no tiene a su lado a nadie que la mantenga.
Las orquídeas son muy variadas en sus especies, y están diseñadas por la naturaleza de manera tal que tengan un insecto símil que sea atraído por ellas y generar así la reproducción vegetal. Para cada planta hay un sosías que la recuerda. Lo mismo para las personas: cada persona no solamente necesita de otra, sino que hay un sosías que la libere de sus propias ataduras de la vida parasitaria. Éste era el caso de Charlie Kauffman, escritor limitado por su propia autoestima y por la concepción que tiene de sí mismo. Es hasta que logra desafanarse de su hermano –es decir, adquirir sus habilidades para ámbito práctico-, cuando toma una identidad propia y deja de quejarse de la vida que si no lo trataba mal, al menos le daba sus buenas zarandeadas.

martes, 6 de marzo de 2007

¿Quieres ser John Malkovich o tú mismo?*

El siguiente texto lo escribió un autor que colaborará en este blog. A partir de hace rato. En unos días será oficialmente contribuyente pero por ahora, leamos el comentario que escribió acerca de "¿Quieres ser John Malkovich?", dirigida por Spike Jonze y escrita por Charlie Kauffman.


Su texto empieza ahora:

"Los seres humanos nos auto exponemos constantemente a los cuestionamientos existenciales que han derivado, a lo largo de la historia, en varias concepciones de la vida, el ser y sobre todo Dios. El mismo Sócrates, con su testaruda sabiduría, se sinceró ante los hombres “pariendo” su célebre frase: “Yo sólo sé que no sé nada”. Pero Craig Schwartz, amigo de la fortuna, completa “inconscientemente” la frase de Sócrates por tantos años mutilada: “Yo sólo sé que no sé nada: pero procuro saber un poco más”.

"En “¿Quieres ser John Malkovich?”, Charlie Kaufman (guionista) le imprime a sus personajes una intrincada psicología que nos permite involucrarnos en sus problemas, reconocerlos y sobre todo identificarnos con ellos. Aborda los temas más pavorosos de la naturaleza humana como la frustración, el “freudiano” concepto de la represión sexual y la existencia del ser como una marioneta manipulable.

"Tomando como base estos terrenos, existen tres personajes complejos que Kaufman y Jonze (director de la cinta) plasman con pincelazos de psicoanálisis. Cada uno, representa una de las fases de la conciencia o inconciencia: El ello, el superyo y el yo. Así, Craig Schwuartz (John Cusack) representa al superyo en constante reproche y autoevaluación de sí mismo. Busca en todo momento el reconocimiento de la gente, utilizando los trágicos aplausos falsos en sus representaciones solitarias. Él está consciente de su fracaso; quiere ser alguien diferente, alguien como John Malkovich.

"Lotte Schwartz (Cameron Díaz), esposa de Craig, “figura” al ello más puro. Encontrándose en el cuerpo de Malkovich, aflora sus deseos e impulsos sexuales más reprimidos, lo que la lleva a reconocerse como homosexual. Se olvida de toda realidad y le gustaría permanecer en el estado inconsciente de Malkovich para materializar sus fantasías. Se encuentra en conflicto con Craig, quien se olvidó de la frase Socrática “Temed al amor de la mujer más que al odio del hombre”.

"Por último, Maxine Lund (Catherine Keener) simboliza al yo. Personaje seguro y conciente de sus actos. Se satisface con los impulsos de Lotte (ello) dentro del inconsciente de Malkovich. Está arraigada a la realidad del piso 7 1/2 y por ningún motivo busca integrarse al selecto grupo de asistentes al subconsciente de John. Maxine media entre Lotte y Craig de la misma forma que lo hiciera el yo freudiano.

"Enriqueciendo la parte psicológica, la película nos hace reflexionar sobre las caretas de las personas. Todos en alguna ocasión hemos querido ser alguien más sin pensar en nuestra propia existencia. Así, cada uno de los personajes de “¿Quieres ser John Malkovich?” son marionetas manipuladas al antojo y servicio de las situaciones, no de los seres supremos. Una puerta pequeña, muy al estilo de “Alicia en el País de las Maravillas”, encontrada en un evento fortuito, nos introduce en las neuronas de aquella persona que admiramos.

"Craig es capaz de manipular los títeres; Lotte tiene la habilidad en el manejo de los animales y Maxine utiliza a las personas de la misma forma en que los dioses griegos utilizaban a sus creaciones en los mitos clásicos. ¿Tu y yo qué manipulamos? Empecemos por nosotros mismos."
Su texto ya terminó.


*El título también lo escribió este autor cuya identidad no revelaré por ser una decisión que le compete a él y no a mí.