miércoles, 27 de junio de 2007

Más Extraño que la Ficción... Y QUE LA VIDA MISMA


“This is a story about a man named Harold Crick and his wristwatch…”

Justo cuando se creía que en Hollywood comenzaban a carecer de ideas nuevas, Zach Helm (escritor) convierte las obsesiones del hombre en su tema principal y punto de partida, en una historia fresca, diferente y por demás trágica (¿o cómica?).

Harold Crick (Will Ferrell), un inspector de Hacienda (sí, aquellos que te están checando todo el tiempo, esperando el momento preciso para meterte al bote), es un hombre solitario. Vive para el trabajo y sobre todo para sus obsesiones. Cuenta la cantidad de pasos que da camino al autobús, la suma de vueltas que utiliza para realizar el nudo de la corbata, el número de repeticiones en que cepilla sus dientes de izquierda a derecha… y muchas cosas más.

Para su fortuna, Harold contaba con su reloj de pulsera. Un día, el mentado artefacto, sin más ni más, decide detenerse. A partir de entonces, Harold se encuentra inmerso en un narración, una historia que supera la ficción.

Más Extraño que la Ficción es una increíble historia que irónicamente pone al tiempo como un parámetro del ser humano que, debido a sus obsesiones, se esclaviza y no se permite vivir, disfrutar, soñar... Harold Crick es el perfecto ejemplo de la raza humana. Deseamos controlarlo todo, como el caso de la naturaleza; el problema es que no somos capaces de manejarnos a nosotros mismos. Somos incapaces de autodeterminarnos.

El hombre pasa, el tiempo se acaba y la única forma de recuperarlo todo es por medio de un sentimiento. El amor juega un papel fundamental y Ana Pascal revive el espíritu de Crick, quien ahora sueña, rompe la reglas y sobre todo se divierte.

Dos eventos transcurren en periodos consecutivos, con orden y con secuencia. En el mismo plano y al mismo tiempo, Harold Crick y Karen Eiffel desarrollan sus vidas de forma paralela. Lo que no sabe Crick es que su ser es un proyecto de Eiffel. De la misma forma que en el existencialismo, las acciones de Eiffel serán consecuencias para Harold Crick y su reloj de pulsera.

El director Marc Forster imprime en pantalla la labor fundamental del ser humano: convertirse en el proyecto de sí mismo. ¿Podemos vivir en la ficción? Quién sabe, pero Stephen King alguna vez dijo: “La ficción es la verdad que se encuentra dentro de la mentira y la verdad de esta ficción es muy sencilla: la magia existe”.

2 comentarios:

El Justo Medio dijo...

Ahora que leo tu reseña, me acuerdo del personaje ése de Jack Nicholson en 'Mejor... Imposible'.

Darío Zetune dijo...

a mi la mera veldá que no me agradó esa peli...

prefiero HairSpray, hahahaha!

tenemos gustos distintos, no leaunque.

Saludos