miércoles, 14 de marzo de 2007

La Evolución del Hombre en 114 minutos

Julius y Philip Epstein escaparon de los pocos convencionalismos existentes hasta el momento y en 1942 escribieron el guión de una de las más grandes películas en la historia del cine. Combinando temas como el drama, el romance y la guerra imprimieron en “Casablanca” ese lado humano y enternecedor que hasta la fecha sigue vigente. Actualmente, existen pocos guionistas que encuentren un espacio original para crear un universo regido por sus ideas.

Por fortuna, Charlie Kaufman es una excepción fantástica a la regla. Su ingenio y la obsesión por su apariencia penetran profundo en sus escritos, maravillando al espectador que, cautivo, encuentra en sus guiones una identificación con los personajes. “Adaptation” (“El ladrón de Orquídeas”), una de sus obras más “oscuras”, es una representación de la realidad del ser humano que está en constante evolución.

El Argumento

Kauffman (Nicolas Cage), después del éxito de “¿Quieres ser John Malkovic?”, es contratado para adaptar el libro “El Ladrón de Orquídeas” de Susan Orlean (encarnada por Meryl Streep). Después de algún tiempo en el proceso, no encuentra la originalidad que desea para la adecuación de la obra literaria en una obra cinematográfica. Sabe que necesita escaparse de los parámetros establecidos y buscar sus propias normas en aquel universo ficticio que intenta construir. Pero no solamente edificará un nuevo guión sino también instalará los cimientos de su propia evolución y existencia como personaje complejo, valorando la Inteligencia Emocional de su hermano Donald.

Con una analogía, Kauffman se (y nos) “transforma” en plantas que cambian gradualmente a medida en que encuentran la forma más adecuada para su supervivencia. La orquídea fantasma, especie que vive en lugares recónditos de los pantanos, se adaptó a las circunstancias y aferrada al tronco de los árboles mantiene su existencia. Así, el personaje de Kauffman, retratado a sí mismo con una descripción complicada pero muy bien lograda, debe apropiarse de su propia existencia para acomodarse al medio en el que se desenvuelve y ganar autenticidad. Con esto, Kauffman nos hace partícipes de su “realidad” incluyéndonos en su ficción. Se convierte poco a poco en un Uróboros que devora su cola.

Evitando los “diez mandamientos”* del experto en guionismo Robert McKee, logra un guión equiparable (guardando las distancias) al de los hermanos Epstein. Haciendo uso de las voces en off, eventos fortuitos, combinación de géneros y alejado de las acciones predecibles, Kauffman nos interioriza sus miedos y además nos ubica en una realidad que, a juzgar por el contenido de la película, ni él mismo creyó lograr en 114 minutos.

“Adaptation” (como me gusta llamarle por el significado de la palabra) se convierte en un mensaje visual: en el cine no hay reglas que impidan al creador ser original. A pesar de que Robert McKee y los diferentes expertos en el ramo continúen escribiendo libros para la labor del guionista, siempre existirá la decisión intra-personal del escritor en su propia ficción. Los escritores son los dioses dentro de su mundo y en ellos recae la decisión en la utilización de los diferentes recursos.

Para todos aquellos que deseen seguir los “Diez Mandamientos” de McKee (tomados del texto “Estructura Argumental del Guión”) que el personaje de Kauffman rompió en “El ladrón de Orquídeas”, los adjunto a continuación:

PRIMERO No le quitarás de las manos la crisis/el clímax al protagonista. Mandamiento anti deus "ex machina".

SEGUNDO No le facilitarás la vida al protagonista. En un argumento nada progresa si no es a través del conflicto.

TERCERO No harás una exposición porque sí. Dramatízala. Conviene la exposición en munición. Utilízala para girar el final de una escena, para favorecer al conflicto.

CUARTO No utilizarás falsos misterios ni sorpresas fáciles. No escondas nada importante que sepa el protagonista. Mantennos al nivel del héroe. Que sepamos lo que él/ella sabe.

QUINTO Respetarás a tu público. Mandamiento antimercenario.

SEXTO Conocerás tu mundo como Dios conoce éste. Mandamiento pro­investigación.

SÉPTIMO No complicarás con nuevos elementos ya que la complejidad de los que dispones es mejor. No multipliques las complicaciones en un solo nivel. Utiliza las tres: intra-personal, interpersonal, extra-personal.

OCTAVO Llevarás las situaciones al límite, negando las negaciones, llevan­do a los personajes hasta los extremos y la profundidad más lejanos del conflicto imaginables dentro del propio espectro de probabilidades del argumento.

NOVENO No escribirás con evidencia. Pon un subtexto debajo de cada texto.

DÉCIMO Reescribirás.

4 comentarios:

El Justo Medio dijo...

Muy bien soscio, ése detalle del 'uróboros' me gustó.
Pero, ¿cuál es la realidad en la que Kaufman nos ubica?

Croma dijo...

Nos ubica en su realidad como ser humano fuera del mundo cinematográfico. Él se está auto retratando tomando una parte de su vida. Así conocemos a Kauffman fuera de los reflectores, a través de su propia descripción en pantalla.

K dijo...

Me gusta su forma de comunicarse, por cierto, el análisis también es muy bueno.

Croma dijo...

¡Muchas gracias por tu comentario "K"! Espero que nos sigas visitando en el blog. Además, sería de nuestro agrado que nos recomiendes con tus amigos, conocidos, etc...

¡GRACIAS!